El verano está plenamente asentado y no solo en Córdoba, sino en toda España. Parece ser que se avecina una nueva ola de calor y los termómetros superarán los 40 grados...
Por eso apetecen platos frescos y ligeros que aporten los nutrientes necesarios y que a la vez nos hagan disfrutar sentados a la mesa.
Esta receta es de las que puedes usar como aperitivo, como primer plato o incluso como único si pones más cantidad y añades algún otro ingrediente. Y si tienes una cena de amigos quedarás genial solo con cuidar un poco la presentación, porque las ensaladas no son aburridas en absoluto, al contrario, dan mucho juego en la cocina!!
En casa estamos en plena operación bikini, bueno, más bien hemos cambiado el chip y nos dirigimos hacia unos hábitos de vida más saludables, sin que eso suponga dejar de comer nada, todo lo contrario, continuamos con una dieta equilibrada pero sí con un mayor aporte de frutas y verduras.
Y a lo tonto a lo tonto, estoy consiguiendo que los niños coman mejor, o al menos, alimentos que antes ni me había planteado tomar, como la quinoa, semillas de chía o harinas que no son de trigo, aunque aún cuesta trabajito que tomen fruta sin que se lo tenga que decir...pero yo, don erre que erre, insisto, ¡que para eso soy Tauro!
Volviendo a esta receta, es tan fácil que lleva sólo 4 ingredientes y puedes añadirle lo que quieras y combinar a tu antojo.
El aguacate proporcionará a este plato un alto contenido en potasio (ideal para el sistema nervioso y muscular, así como para evitar la retención de líquidos tan frecuente en esta época), omega 3 (para proteger nuestro sistema cardiovascular), vitaminas E (perfecta para retrasar el envejecimiento), A, C, D, K y del grupo B. Toda una fuente de propiedades en un plato.
El langostino, aparte de proporcionarle sabor y poner el toque final, aporta un alto contenido en proteínas, además de vitaminas B1, B2, B13, B9 y B12, junto con minerales como magnesio, sodio e hierro.
Y qué decir del tomate, mi querido y adorado tomate, con su alto contenido en licopeno y vitamina C, o de la cebolla con sus propiedades anticoagulantes, antibióticas y beneficiosa para hígado, páncreas y vesícula.
Vamos que este plato es una combinación perfecta para estar bien alimentado y disfrutar de todos los sabores que aporta cada uno de sus ingredientes.
Vamos con la receta???
Ingredientes (2 personas)
2 tomates medianos
1 aguacate
1 cebolla mediana
12 langostinos a la plancha o cocidos para cortar (en este caso usé gambones)
2 langostinos como los anteriores para decorar
Vinagre balsámico de Pedro Ximénez
Aceite de oliva virgen extra
Una pizca de sal
Elaboración
Hacer los langostinos o gambones a la plancha o al horno. Dejar enfriar.
Cortar el tomate, la cebolla y el aguacate en brunoise (pequeños cuadraditos).
Aliñar la cebolla y el tomate con el vinagre balsámico, la sal y el aceite.
Pelar, cortar y añadir los langostinos
Montar el plato poniendo los ingredientes por capas, teniendo cuidado de eliminar el jugo del tomate y el aliño.
Yo coloqué en la base el tomate, a continuación la cebolla, en tercer lugar el aguacate y en la capa de arriba los gambones cortados, terminando con uno sin pelar para decorar.
Suelo tener gambones en casa para hacerlos a la plancha o al horno. En esta ocasión los hice en una sartén, donde puse una pequeña cantidad de sal y directamente sobre esta capa los gambones, dándole la vuelta en cuanto comprobéis que están hechos. Esto le aporta un sabor extra a la ensalada, completamente distinto al que le dan lo langostinos cocidos. En la foto se aprecian los granos de sal en el cuerpo y en la cabeza del gambón.
En cualquier caso, las cantidades las podéis modificar a vuestro gusto. En lugar de incorporar los langostinos o gambones se puede hacer con palitos de cangrejo o atún, para que sea más económico.
Ya me contaréis qué tal os ha quedado, si le habéis añadido algún ingrediente o no.
¡¡¡Hasta el próximo sueño!!!
Recordad que espero vuestras fotos
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