El 2 de agosto es el cumple de mi hija, 13 añitos ha cumplido la criatura. Cuando le pregunté cómo quería la tarta me contestó: "Mami la quiero bonita y de galletas Oreo".......bonita???? pero cómo????? No sé para qué seguí preguntándole porque no se le ocurrió otra cosa que pedirme una tarta de dos pisos!!!!!
Oh, oh...pensé, mala combinación...tarta de dos pisos forrada de fondant y con bizcocho de galletas Oreo???...verás lo que va a salir...
Pues manos a la obra. El primer día hice los bizcochos para que asentaran bien, uno de 17cm para el primer piso y otro de 12 cm para el segundo.
El segundo día rellené los dos bizcochos, cortados previamente por la mitad y regados con un poco de almíbar ligero, con buttercream de galletas Oreo (que está para comérselo a cucharadas), dejándolos reposar en el frigorífico hasta el día siguiente para que cogieran cuerpo.
Y el tercer día llegó el desastre...Había que forrar la tarta con fondant y decorarla. Con el calorcito tan estupendo que hemos tenido estos días en Córdoba, el fondant se me resistía, pero no me atrevía a poner el aire acondicionado para que no se resecara. Una vez terminada la pelea, tocaba la decoración. Opté por modelarla a ella con su bikini verde, tomando el sol en el flotador gigante de la prima con el que están todo el día jugando y rodeada de minis Oreo. Jamás había realizado una figurita en 3d y el resultado así lo demuestra...jajaja, no voy a deciros lo que pienso de la muñequita pero ya os podéis imaginar que mi opinión no es nada buena, creo que tiene todos los defectos del mundo y unos pocos más.
Además hice unos cakepops con buttercream de chocolate negro cubiertos de chocolate blanco y decorados con sprinkles de colores y de chocolate.
Tuve un pequeño problema a la hora de la decoración de la mesa, ya que el toner de la impresora estaba agotadito...pero a grandes males, grandes remedios, hice las etiquetitas pintadas a mano y se quedó sin la guirnalda de "Feliz Cumple" para decorar la mesa que había pensado hacer. De todas formas no pude hacerlo como me hubiera gustado porque se lanzaron a por la merienda, ni siquiera me dio tiempo a hacer unas fotos en condiciones, pero eso es buena señal. Los Cake Pops volaron y decían que la tarta era preciosa y estaba riquísima. Qué invitados más agradecidos, con lo que yo había sufrido con la dichosa tarta...
La verdad es que a María le encantó su tarta, dice que quiere guardar la muñeca como recuerdo, se sorprendió al ver que llevaba su bikini, las pestañas pintadas, un poquito de colorete y el pelo largo, aunque no me quedaran ganas para rizárselo como el suyo.
Lo realmente importante es que se lo pasaron genial!!!
¡¡¡Muchas felicidades bombón!!!
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